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domingo, 5 de julio de 2015

DRÁCULA De Tod Browning [ANÉCDOTAS E IMÁGENES] -(Segunda y Última Parte)-

 

 ARCHIVOS EXPIATORIOS: Continuamos y terminamos el especial "Drácula" de Browning con sus correspondientes imágenes promocionales. Compromisos profesionales de nuevo cuño del que quizás algunos ya sabéis algo -y si no tranquilos que subiré entrada al respecto en breve- me van a hacer mudarme un poco de esta a otra bitácora -de la que también informaré en breve-, pero por supuesto el "Carnaval" servirá abierto para recordar viejos tiempos y resucitarlo cuando sea menester. Y ahora... ¡¡BLOOD IS THE LIFE!!

 


* Aqui tenemos al vampiro en persona enfrentándose a su encarnizado enemigo: ¡El profesor Van Helsing, por supuesto! Edward Van Sloan, actor de sólida formación teatral se encargó de dar vida al famoso investigador de lo oculto en Broadway junto a Lugosi. Ambos llegaron a los estudios Universal para repetir sus papeles en el cine, y al igual que Dwigth frye, Bela y Van Sloan fue automáticamente encasillados. En el caso de Sloan, en el papel de doctor sabio y voz de la razón y el materialismo ante lo sobrenatural.

Él mismo cometido tiene en “Frankenstein”, donde interpreta al Dr. Waldman, eminencia que quiere que Henry deje sus peligrosos experimentos con cadáveres. O en “La Momia” donde encarna al profesor Muller
. Por cierto, en Frankenstein era el que presentaba al público la película antes de los créditos, avisándoles de que lo que iban a ver era terrorífico y que aún estaban a tiempo de arrepentirse. 

 

 

* Tras algunas improvisaciones de guión y ciertos retoques necesarios (en alguna primera versión Drácula viajaba en un avión… ¡¡¡con forma de murciélago!!!), la película se dejó lista para su estreno en 1931. La campaña publicitaria fue legendaria y algo casi inédito en el cine de la época, estando previsto el estreno para el viernes 13 de Febrero. Se procuró evitar mostrar el rostro del Conde en todo momento (como alucinarían en aquellos tiempos los primeros planos de Bela) y el propio Tod Browning se unió a la histeria general con el siguiente telegrama-broma (que probablemente no fue idea suya) enviado al Foxy Teather de Nueva York, advirtiéndoles que no estrenaran la película el viernes 13 de Febrero de 1931:

“Ni se les ocurra. Viernes 13 puede ser terrible. La criatura saldría de su tumba. Y con él, sus hijos y los hijos de sus hijos. Suyo afectísimo, Tod.”

En fín, el resultado fue que el estreno se adelantó un día y “Drácula” se lanzó al mundo el 12. No vaya a ser.

 

 

 * Los 441.948 dólares que había costado (total, casi nada en estos días) fueron amortizados en seguida. El público acudió en masa al estreno y el film rompió taquillas. La campaña publicitaria continuó durante todo el año e incluyó la presencia de Bela disfrazado de Drácula asistiendo a fiestas, convenciones benéficas, festejos privados de Carl Laemmle Jr. e incluso entregas de premios en eventos deportivos. Sin olvidar que fue imagen publicitaria de productos de limpieza, colchones y (el más apropiado de todos) pasta dentrífica. 

 
* En todo este frenesi promocional, es de mérito el hecho de que Lugosi se prestara a todo tipo de saraos y presentaciones sin salirse jamás de su papel, porque sabia que el público le demandaba precisamente eso. En cuanto a la preparación del actor húngaro para el papel de su vida, lo mejor es descubrirlo a través de sus propias palabras hablando de su etapa en la obra teatral, lo cual fue el germen de todo:

 

“Después de haber representado la obra durante un mes, me di cuenta de que por mi propio bien debía hacer algún esfuerzo por conservar mi fuerza mental y física, entregándome con menos fervor a la interpretación de mi personaje… No fui capaz de ello. El papel me exigía mantenerme en un estado de excitación febril, así que me sentaba en mi camerino y asumía los atributos reales del horrible vampiro. Y durante esos años no dirigí la palabra a nadie entre bastidores mientras se representaba la obra. Era víctima de un hechizo que no podía romper. Si me salía de mi personaje aunque solo fuera un momento, la inquietante amenaza del Conde Drácula desaparecía, y mi poder sobre el público perdía fuerza.”

 
¿Hizo esto mismo durante el rodaje de la película? Hay varias versiones: Bela dijo que Browning le obligó a despojarse de ese extraño ritual para filmar las escenas. Sin embargo David Manners (recordemos, intérprete de Jonathan Harker) declaró que, en los descansos del rodaje, Bela no hacía otra cosa que mirarse al espejo y repetir obsesivamente: “I am Drácula, I am Drácula…” Por cierto, el propio Manners definió a Lugosi como “un pelmazo de los pies a la cabeza”. No olvidemos lo poco que socializaba el húngaro con sus compañeros de reparto.
 

 

 

Y aparte de esa mirada, estaba ese acento magiar que tan bien le vino al papel del conde rumano. Aunque a veces se nota que no tiene ni idea de lo que esta diciendo, ese toque “marciano” de sus diálogos no hacía sino otorgar mucho más misterio a sus frases. Como afirma David Pirie en su libro “El Vampiro en el Cine”:

“Su acento fue una gran ventaja para sugerir una cualidad extraña y diabólica que se ajustaba perfectamente al tema. Utilizando ese rudo acento para alargar cada una de las venenosas sílabas que debía pronunciar Drácula, Lugosi consiguió deja bien patente la diferencia que existía entre este personaje y cualquier otro de los que conocía el público americano.”

 


Algunas campañas publicitarias que la Universal puso en marcha para promocionar el proyecto fueron muy estrambóticas. El problema es que no puedo garantizar con seguridad cual se puso en práctica y cual no, pero algunas son tan bizarras -y tan propias del posterior William Castle- que ya me gustaría ver este tipo de promoción en la actualidad alguna vez. En cualquier caso, son una curiosidad genial y empezamos por:

-Hacer que el viento sople artificialmente en el cine, especialmente en la primera aparición del Conde.
-Poner letreros en los espejos del cine que digan: “Si usted no puede verse reflejado, es que es un vampiro como Drácula”.
-Colocar enfermeras en los pasillos de las salas donde se proyecta la película por si algún espectador sufre un shock (o cree sufrirlo).
-Envolver los sándwiches del estudio y del cine con papel donde se lea: “DRACULA VIENE”.
-Fabricar máscaras de Drácula para que las lleven los acomodadores del cine el día de la premiére.
-Crear una sección en los periódicos llamada “Escriba su propio final para “Drácula”.

 



Fijaos que show multimedia se montó para dar a conocer la película. Pero es que trabajadores dentro de la Universal comentaron que, cuando los ejecutivos se sentaban en sesiones de tormenta de ideas, algunas maquinaciones rozaban el absurdo. Por ejemplo:

-Hacer que lluevan gotas de sangre del techo del cine en mitad de la proyección.
-Contratar personas vestidas de negro para que siguieran a algunos espectadores que salían del cine hasta sus casas.
-Publicar bulos en los periódicos sobre las “verdaderas” andanzas de un vampiro europeo que actuaba en la misma época del estreno.
-Artículos inventados sobre la vida de Bela Lugosi, que contaban (entre otras tonterías) que nació en Transilvania y pasó allí su infancia.



*El Epílogo perdido de "Drácula" nos va a servir de epílogo también a nosotros. Una de las escenas más populares de la representación teatral era el momento, cuando el telón ya había sido bajado, en el que Edward Van Sloan (Van Helsing, recordemos) salía de entre las cortinas y soltaba el siguiente discurso, que era tan popular que la gente de la audiencia lo recitaba con él:

“Un momento, señoras y señores, hemos de decirles algo antes de que se vayan. Esperemos que los recuerdos de Drácula no les den pesadillas, así que les diré algo para que se tranquilicen. Cuando lleguen a casa esta noche y las luces estén apagadas, y miren temerosos detrás de las cortinas, y se sobresalten al ver una cara en la ventana… no se asusten. Y recuerden que, después de todo… ESAS COSAS EXISTEN.”


Se rodó como final para la película (igual que el prólogo de “Frankenstein” en el que apareció el mismo Van Sloan advirtiendo a los espectadores), pero la censura lo retiró porque podría ofender a alguna religión al darle credibilidad a lo sobrenatural. ¡Alucinante! Aquí tenéis una imagen del Epílogo censurado:

 


Y sin más, aquí terminamos este recorrido-homenaje a este legendario film cuyo poder de fascinar nunca morirá. Como os decía, tengo anuncios que hacer en breve, así que, hasta entonces ya sabeis: Cuidado con los desconocidos de negro que os sigan por las calles.