No, amigos, no es una
reseña. Esta vez vengo a contaros en pequeños pildorazos –o champiñonazos-, lo
que este vestigio de protoplasma con máscara de gas (su servidor Mr. Wolfville) hizo durante este
agotador hiato:
-Fui a ver “El Nombre de la Rosa” versión teatral
a los madriles. Decepción absoluta. Es básicamente la película trasplantada tal
cual a los escenarios. Y punto. Una escenografía muy curiosa y bonita, unos
actores excelentes –exceptuando quizás a El
Bola haciendo de Adso de Melk,
que soltaba algún histrionismo de vez en cuando- y una sensación de tongo,
cuando resulta que en vez de ir a la novela de Umberto Eco y hacer su propia versión, los responsables del invento
han hecho un “screener” del film de Jean Jacques Annoud. Es muy fácil hacer
una adaptación de este tipo cuando resulta que el trabajo de poda y recorte te
lo hicieron unos guionistas de cine hace unos añitos. ¡Si es que hasta los
actores son clavados!
-Vi la tan cacareada “True Detective” enterita, una serie
que básicamente esta hecha a mi medida. Atmósfera negruna (por “noir” y por siniestra), investigación
criminal, toques de terror, referencias a Lovecraft,
Bierce y al resto del catálogo
editorial de Valdemar, influencia de
Alan Moore –hay un diálogo entero en
el capítulo final que esta copiado/homenajeado/fusilado de “Top Ten”, obra del barbudo- y, para acabar de arreglarlo, nihilismo
y un poquito de sexo sórdido. Parece que acabo de describir mi vida. ¿Quién
podría pedir más? Yo desde luego no, así que me siento un poco escéptico ante
esa futura segunda temporada, ya con otros personajes, otro escenario y otro
enfoque.
-Asistí con gran placer
–aunque poco tiempo-, a la VII Tertulia
Sherlockiana de Madrid, que por lo que pude inferir (y a pesar del
holmesiano título) es un hervidero para todo tipo de diálogos en torno a la
literatura popular, el cine, la música, el oficio de escritor y las espumosas jarras
de cerveza. Por allí desfilaron Alberto
López Aroca, que nos enseñó unos rarísimos incunables pastichianos del
detective de Conan Doyle –con un
fascinante tacto y olor añejos-, y también pude estrechar la mano de iconos
para mi del estudio de la fantasía en este país, como Carlos Díaz Maroto o Javier Jiménez
Barco, y otros eruditos y sabios varios en torno al mundo del cómic, el
siglo XIX, los iconos del bolsilibro y mucho más. Y encima Juan Carlos Fernandez nos obsequió con unas tazas sherlockianas a
elegir. Yo me quedé con la de la foto, con la ilustración de “Hound Of The Baskervilles” de Sydney Paget. Ni que decir tiene que los hermanos Wolfville garantizan la asistencia a sucesivas
ediciones en las que nos sea posible.
-Me he releído al
completo las colaboraciones de Lovecraft
–es decir, historias que él corrigió, completó y mejoró-, y he leído todas las
que faltaban gracias a las tres ediciones que actualmente existen en España
sobre este material tan oscuro e incitante. Como planeo hacer un comentario
(quizás en varias partes) sobre todo esto, no voy a decir mucho más al
respecto. Así que os dejo una imagen imprescindible extraida de "El Mundo Today":
Por fin podremos recibir la llamada de Chlulhu. |
-También me leí al fin –tras
años esperando una edición en castellano- “La
Casa de Hojas” de Mark Z.
Danielewski. Y sí, es un libro estupendo que he gozado infinito… pero no
puedo evitar la sensación de que ha llegado tarde. El fallo que le veo es que “la
casa…” se derrumba cada vez que la atención de la trama se va de la parte
terrorífica a la parte… no sé como describirla… ¿dramático-social-lujuriosa? del
subnarrador Jhonny Truant. Y aun
peor, a pesar de que la trama de la casa es la más interesante, creo que se han
hecho ya tantas historias de este estilo desde entonces –“El Proyecto de la Bruja de Blair” se estrenó casi a la vez que se
publicó la novela- que a veces me da la molesta sensación de que el libro ha
perdido actualidad y, por ende, eficacia. No obstante, y a pesar de ello, la
obra es un auténtico disfrute que recomiendo. Quizás en una futura relectura
cambie de opinión.
-Y siguiendo con los libros, por supuesto que me hice con todos los volúmenes que aparecen en esta entrada, ¿Había alguna duda al respecto?
Y por ahora esto es
todo lo que recuerdo. El resto del tiempo me lo he pasado en una nube de alcohol y
sustancias alimenticias de todo tipo que no me ha dejado ver mucho más, así que
ya os voy contando.