Como muchas veces
ocurre, en este caso tenemos que irnos al terreno de la autoedición para
rastrear la verdadera excelencia. ¡Fans del mayor detective de todos los
tiempos! ¡Amantes de la aventura clásica por excelencia! ¡Investigadores de las
curiosidades literarias! En este “El Detective en la Trinchera”, el autor,
investigador, ensayista y traductor José Goás Jul nos muestra todas sus facetas
en un “tour de forcé” holmesiano que funciona a, al menos, dos o tres niveles
diferentes. Lo cual quiere decir, por tanto,
que el disfrute de este tomo de 200 páginas excelentemente editado… ES
TRIPLE. Los fans de Sherlock ya sabemos
lo bien que se desenvuelve Goás Jul trayendo a la vida aventuras nunca contadas
del personaje de Conan Doyle (algo que aquí también podemos disfrutar en el
pastiche/novelette “La Aventura del Veneno en el Cielo”), pero en este volumen
además nos descubre, traduce y anota una serie de inéditas parodias sobre
Holmes que suponen una magnífica curiosidad histórica. Os cuento.
Los soldados de la
primera guerra mundial, entre balacera y balacera, (y en este caso concreto,
entre 1916 y 1918) publicaban un periódico de distribución exclusiva en las
trincheras. Noticias del frente, fotos, chascarrillos y todo en un lenguaje
propio del conflicto bélico, además de un esfuerzo considerable por alzarse
entre la barbarie con notas de humor y una fascinante celebración de la vida.
En el primer caso, se incluían todo tipo de seriales cómicos entre los que
destacó en el “The Wiper Times” (una de las más míticas de entre estas
publicaciones) las aventuras de Herlock Shomes, trasunto jocoso del inquilino
de Baker Street. Y en este tomo, como previo a la nueva narración, el propio
Goás Jul nos traduce estas aventuras, con un “Sherlock” metido en fregados
relacionados con el frente y en unas tramas repletas de surrealismo. En un
estupendo estudio introductorio, se nos coloca en el contexto en el que estos
cuentos fueron escritos, se relata la historia del “Wipers Times” y alucinamos
con los datos sobre las vidas de los soldados que lo redactaban. Muchas veces
las imprentas que usaban eran incautadas de las zonas de guerra, y además de
los seriales había poemas, noticias y secciones “picantes”. Todo lo que el
soldado necesitaba para su disfrute. En el prólogo vemos fotos originales de
estas revistas, así como de Fred J. Roberts, impulsor del asunto.
Toda una lección
histórica que sirve de perfecto prólogo a la traducción de los seriales de
Herlock Shomes (aunque el paródico nombre podía cambiar sutilmente de número a
número, dado el tiempo que pasaba entre ellos y a los estragos pasados
entremedias), y que constituyen la primera parte del tomo. En ellas encontramos
el clásico despiporre “brittish” estilo Woodehouse o Monty Python. Quizás no
tienen tanta calidad como estos dos inmensos nombre mencionados, pero su toque “naif”
sin perder la mala baba es altamente disfrutable, y cuenta con escenas
desternillantes. Una pieza de importancia, que ve a Shomes y a su ayudante, el
doctor Hotsam, envueltos en mil y una ridiculas peripecias ambientadas en el
frente. Persecuciones propias del “slaptick”, muertes absurdas, damiselas en
peligro y amantes cernícalos… incluso una referencia al famoso sabueso en el
último de estos seriales (“The Bound Of the Baskershires”), auguran diversión
sin cuento para el aficionado “sherlockiano” que pillará los guiños y el
público incidental que se quedará ojiplático al ver como echaban los tiempos
muertos los soldados de la gran guerra. Y precisamente de este último pastiche “a
lo Baskerville”, incompleto, pasamos a la nueva aventura escrita por Goás Jul y
que ocupa buena parte del volumen, la mencionada “…Del Veneno en el Cielo”.
En esta entretenidísima
novela, de la raigambre “pulp” más aventurera, el autor nos lleva junto a
Holmes, Watson y a Percy Reville (personaje recurrente de la obra de Goás Jul),
por una sucesión de eventos a cual más chocante. Empezando, como no podía ser
de otra forma, por un extrañísimo caso de asesinato –que incluye cuerpos
flotantes y misteriosos francotiradores- y pasando por varias localizaciones
geográficas de la gran guerra, excelentemente retratadas, nuestros héroes pasaran
por el Club Diógenes (donde tendremos un clásico cameo del gran hermanísimo
Mycroft) y de ahí a lóbregos edificios, misteriosa campiña, cuevas oscuras…
acompañados por una plétora de asesinos y espías que les pondrán en más de un
agobiante brete. El detective está tan bien caracterizado como de costumbre, y
la acción en este caso, es menos historicista que en su anterior pastiche (“La
Conexión Kashmir”), decantándose más por el periplo más trepidante. Personajes
que revelan su verdadera cara y más de una sorprendente revelación con amenaza
bestial de por medio –de la que no mencionaré nada por no “espoilear”- que nos
dejan con ganas de más. Y por supuesto, con el entrañable periódico “The Wiper
Times” como común denominador de todo el asunto.
En resumen, fans
completistas de Holmes, interesados en la historia (literaria y bélica) o
simples seguidores de las aventuras bien narradas y al estilo más clásico, sin perder
el mordiente, por favor… ¡Ataquen! Podéis encontrar más info sobre como
conseguir este libro y los anteriores de su autor en su propia página:
3 comentarios:
¡Interesante! por no decir... ¡irresistible!
Me apunto el libro. ¿La foto es de "La perla de la muerte" con los grandísimos Rathbone y Bruce?
Saludos!
Borgo.
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