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lunes, 7 de enero de 2013

"EL EXTRAÑO RESPLANDOR VERDE" De Jean Ray


Nos encontramos ante una de las encantadoras novelitas “pulp” edición belga que cuenta las aventuras de Harry Dickson, ese émulo de Sherlock Holmes que acabó provocando la mala leche de los representantes legales del propio Conan Doyle a primeros del siglo XX desde las pérfidas tierras germanas. Se supone que Jean Ray –el genial autor de “Malpertuis” y escritor de más de un relato corto que merecería más atención- comenzó a traducir estos “pastiches” alemanes (más que “pastiches” o “apócrifos” eran robos directos) a la altura de los años 30, pero que dado que se aburría, comenzó a escribir nuevas historias completas basándose únicamente en las ilustraciones de la edición teutona. Todavía hay estudiosos que se dan de cabezazos contra la pared intentando analizar exactamente cuales fueron las novelas que escribió Ray, cuales simplemente rescribió y cuales tradujo a secas. Se supone que esta es una de las que realizó casi desde cero y es tan descacharrante como las demás.

En esta ocasión tenemos a un temible rayo verde –nada que ver con el de Verne, y mucho menos con el de Rohmer- que usa un misterioso terrorista internacional, previo choriceo a un importante científico, para chantajear a una Londres amenazada por el espionaje de entreguerras. Por supuesto que Harry Dickson usará todos sus poderes de deducción para descubrir al culpable entre una variopinta caterva de personajes a cada cual más cliché, llevándose la palma un carismático espía alemán, un noble hindú y (mi favorito) un judío usurero amigo de chantajear a los demás. El toque… algo relajado en las cuestiones raciales, hace que asistamos alborozados a escenas como aquella en la que el malvado terrorista se carga a uno de los personajes amenazados y Dickson literalmente piensa “ya le podía haber tocado al judío”. Bueno, vale, literalmente no, pero la idea de su frase exacta es esa misma. Estamos en los años treinta y una revista barata sin su cuota de racismo sería incluso decepcionante.

Y sin su ración de diversión alocada también, y de esa no falta. Que Ray es un buen escritor queda fuera de toda duda pese a la petardez final del conjunto, y es que estas novelas de Dickson no deben ser vistas solo como un relajamiento “pulp” del autor para pagar facturas –que también-, sino como una forma de insertar los conceptos más locos y marcianos en una trama detectivesca clásica. Sin redondeces morales ni profundidades emotivas, aquí solo encontraremos gloriosos sustos, cachiporrazos de tebeo y situaciones más grandes que la vida protagonizadas por un héroe principal capaz de salir de cualquier brete gracias a su astucia, habilidades y poca vergüenza.

Portada de un recopilatorio del personaje a cargo de la mítica editorial Club Neo
 De un comienzo en plan “deus ex machina” con dos inspectores de Scotland Yard descubriendo la amenaza del destructor rayo en un castillo de la campiña hervidero de rumores de fantasmagoría, hasta la persecución en barca de los responsables, pasamos por asesinatos sorpresivos –o a estas alturas ya no tanto-, seguimiento de personajes sospechosos, misteriosas “femmes fatales”, disfraces, matones exóticos, espías a la fuga y… redoble de tambores porque ahora viene lo bueno… ¡¡Dos peleas con sendos androides!! El último de ellos incluso tiene la misma apariencia del propio Dickson, así que el detective tendrá que darse de ostias con un malévolo robot que porta su efigie y querrá asesinarle con su fuerza sobrehumana. Supongo que sería redundante decir que esto es una maldita gozada y que todo aquel amante del suspense/terror “vintage” sin prejuicios pasará un rato más que agradable.

Para terminar, os dejo con la portada de la mítica adaptación comiquera en gloriosa "linea clara" de esta "nouvelle":

3 comentarios:

miquel zueras dijo...

Me encanta la segunda portada y la última parece obra del valenciano Daniel Torres. Tengo un buen recuerdo de la película "Malpertuis" con Orson Welles que vi hace un porrón de años. Ray es un autor que convendría reivindicar. Saludos. Borgo.

Belknap dijo...

Mr. Wolfville, una verdadera gozada psicotronica, saludos.

El Abuelito dijo...

He procurado conseguir todas las novelas que con aquellas portadas tan horrendas editara Júcar del personaje, y debo decir que la inmensa mayoría de ellas son extraordinarias, como si el, adjetivo folletinesco se hubiese inventado para Dickson y Ray... Ejércitos de monos fumadores amaestrados, civilizaciones asirias subterráneas en las entrañas de Escocia, butacas de teatro encantadas, reencarnaciones del dios Baal en una aldea francesa, fabricantes de monstruos, la capacidad de inventiva y extravagancia del gran ray no tiene límites... Aconsejo a todos que hoy que todavía se encuentran baratas por ahí, se hagan con la colección de Hrry Dickson, a despecho de la vergüenza ajena que despiertan las setetnteras cubiertas españolas... Y si alguien tiene los últimos números de kla serie, que me lo diga que a lo mejor hasta llegamos a un acuerdo y puedo robárselas cualquier noche de estas...