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EXPIATORIOS: Gracias a una recomendación en el
grupo Barsoom, me encuentro leyendo
la novela “Londres después de Medianoche”
del mexicano Augusto Cruz. La trama
lleva a un agente de Hoover retirado a buscar por toda la geografía americana una copia de “London
After Midnight”, el film mudo perdido más buscado de la historia,
protagonizado por el excelso Lon Chaney y
dirigido por el poeta del horror, Tod
Browning. La novela esta muy bien –acaba de editarla Seix Barral en nuestro país- y para celebrarlo recupero un viejo “post”
sobre este film maldito. Ah, y a no perderse el nuevo número de "2.000 maniacos", que lleva un ensayo de El Abuelito sobre Browning.
Nos
encontramos ante el santo grial de las películas mudas perdidas. Ahora que hace
unos meses surgieron unos curiosos rumores sobre la aparición de la mítica "London
After Midnight" en algún ignoto rincón del sur de America -sin
pruebas, como de costumbre-, es bueno recordar algunos de los factores
conocidos e historias bizarras sobre esta deseada cinta. Nada menos que una
intriga detectivesca con toques de horror dirigida por los dos máximos
impulsores del género de terror cinematográfico: Lon Chaney, uno de los mejores actores de la historia del cine y Tod Browning, el director de fenómenos
siniestros y atmósferas enrarecidas.
El
título original era "The Hypnotist", y así se ve en algunos carteles de
avance. La historia nos presentaba al inspector Edward Burke (Chaney), el cual
elabora una complicada pantomima en una mansión aristocrática para
desenmascarar al asesino de un rico hacendado. Se disfraza de vampiro y
aprovechándose del miedo y la superstición, desenmascara al asesino mediante
hipnosis. Se supone que bajo los efectos de la misma, el culpable reconstruirá
lo que hizo el día del crimen y se desvelará a si mismo. El detalle del disfraz
no lo descubrimos hasta el final, porque durante toda la película suponemos que
el vampiro (y su supuesta hija, la cadavérica Luna) son reales. Al final,
capturado el asesino, se nos desvela toda la tramoya teatral que ha conseguido
engañar al culpable.
Es
posible que los toques vampíricos incluidos en la historia, se debieran al
reciente éxito en Broadway de la versión teatral de "Drácula", y
resulta curioso descubrir hoy en día, que esta fue tan solo la segunda película
de la historia en incluir el vampirismo como parte principal de la trama
-siendo la primera, obviamente, la famosísima "Nosferatu"-.
La popularidad de la cinta fue también notoria, y se dice que fue exhibida
numerosas veces ese año, aunque los críticos no fueron unánimes en los
parabienes, pues algunos comentaron que a pesar de un arranque prometedor la
película se desinflaba en su tramo final. Y eso a pesar de destacar la
magnífica interpretación de Chaney, cuyo papel "vampírico" añadía un
toque bastante siniestro a lo que en un principio era un enredo de intriga sin
demasiadas pretensiones. Otra de las curiosidades de la proyección de este
film, es el hecho de que posiblemente fue una de las primeras películas (si no
la primera) en ir acompañada por una banda sonora grabada en disco, en lugar
del habitual acompañamiento musical. Fue estrenada el mismo año que "El Cantor de Jazz", primera
película sonora, por lo que los estudios comenzaban a probar otras vías sonoras
para hacer más atractivas sus producciones.
¿Por
qué no podemos disfrutar hoy en día de este filme? Habría que echarle la culpa
a la precaria calidad del celuloide primitivo y a una mala organización de los
almacenes en los que los estudios archivaban su material. Hay incontables
películas perdidas, pero esta es especialmente deseada por ser una colaboración
inédita entre dos maestros como Chaney y Browning (autores de ocho obras
maestras tenebrosas entre 1925 y 1928). La productora no conservaba el negativo
de rodaje. Según parece el último registro fiable de su existencia consta en un
inventario de la Metro Goldwyn Meyer de 1965, donde se informa de que se
encuentra una copia en el almacen número siete de esos estudios. Por desgracia,
dicho almacén ardió en 1967, perdiéndose el rastro de la única copia que
quedaba.
Por
supuesto el status de esta película perdida es de completa leyenda. El
coleccionista de memorabilia fantástica Forrest
J. Ackerman fue
uno de los pocos privilegiados que pudieron verla de jóvenes y aseguró que era
una obra maestra. Se dice que Chaney deformó sus ojos con alambres para tener
el aspecto del vampiro (por cierto homenajeado por Tim Burton en el Pingüino de su "Batman Vuelve").
Por lo visto el personaje de Chaney provocó un asesinato real. Un loco llamado Robert Williams se sintió poseído por
el vampiro de "London After Midnight" y mató a una criada
irlandesa. Según comentó en el juicio Chaney se le apareció allí en la escena
del crimen, riendo en una esquina e incitándole a que la apuñalara con una
navaja. Hubo relatos en los años setenta de que copias de un video pirata de la
película circulaban por algunos círculos. Y por supuesto se sigue rumoreando
hoy en día que algunos coleccionistas privilegiados tienen copias en su poder y
nunca las entregarán para no perder una rareza tan buscada.
En
fin, actualmente solo nos queda una reconstrucción a base de fotografías del
film editada en DVD en América y comentada por el historiador Rick Schmidlin. Aquí la tenéis. Pero al final, la mejor opción para hacernos una
idea de como era esta película es visionar "La Marca del Vampiro", su
remake, también dirigido por Browning y con protagonismo de Bela Lugosi, que
muchos de los que vieron la obra perdida, aseguran que la supera.
5 comentarios:
Una buena novela, habría dibujado gratis la portada y además con mucho gusto... Está basada en un suceso verídico, Ackerman publicó en su revista Famous Monsters que ofrecería una recompensa a quien le trajera algún fragmento de esa película que se perdió en un incendio. Creo que la siguiente película que Chaney rodaría era el "Drácula" de Tod Browning que finalmente interpretó Lugosi. El año pasado expiraban los derechos de "London..." y algunos esperaban que entonces la película saliera a la luz pero no, ningún coleccionista guardaba una copia.
Saludos. Borgo.
Mr. Wolfville, ojala algun dia aparezca una copia. Saludos.
La novela pinta bien, y qué pena de película perdida.
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