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domingo, 14 de febrero de 2016

BOLSILIBRIS 03 (Novelas de a duro)


 Continuamos el desfile bolsilibresco con la recuperación de tres reseñas ajadas. Y como solemos hacer también, una vez más recomendamos el nacimiento de un nuevo sitio dedicado precisamente a estas novelitas y que viene de la mano de un "connoiseur" como Carlos Díaz Maroto, y que podéis encontrar en el siguiente enlace: UNIVERSO BOLSILIBRO.

Y sin más dilación, sumerjámonos en el mercadillo:
 

VEN A MORIR CONMIGO — ADAM SURRAY (Selección Terror 67, Bruguera)

La historia de esta novelita de suspense con toques sobrenaturales me ha fascinado por varias razones. La primera porque cuenta la investigación de una serie de asesinatos encuadrados en el rodaje de una película de terror; cosa que hoy en día esta tan sumamente sobada que cualquiera de vosotros podría nombrar un par de historias de ese palo (yo ahora mismo recuerdo “Scream 3” y más de un número de Dylan Dog), pero que igual en 1974 —fecha de publicación de este bolsi del autor Jose López García (alias Surray) —no estaba aun tan manido. De hecho el libro comienza con la ya clásica broma metaficcional de hacernos creer que estamos entrando en una terrorífica escena de necrofagia, para al final darnos cuenta de que no es más que una escena, sí, pero de cine y dentro del rodaje de un film. Pero sobre todo me ha interesado especialmente como Surray refleja el clima que se vivía en aquellos años con el mundo del entretenimiento popular y el ocultismo, algo que cualquiera que haya leído sobre Kenneth Anger, Roman Polanski, Mick Jagger o Charles Manson tendrá más que claro. En “Ven a Morir Conmigo” se habla de cultos satánicos insertados en Hollywood, de peligrosos “hippies” fascinados con las estrellas que pueden irrumpir en los bungalows de Beverly Hills y arrasar con todo (incluso hay una mención literal al propio Manson) y por supuesto vemos el asesinato de dichas estrellas de una forma hiper-gore y bastante desagradable, como corresponde. Se nota el impacto de los crímenes Tate-La Bianca en el ánimo de Surray, y también se nos habla de la industria del cine y como es reacia a darle un gran presupuesto a una película de terror (solo hacía un año que se había estrenado “El Exorcista”), además de varias anécdotas sobre la fábrica de los sueños que demuestran que el autor se había documentado. Reconociendo lo precipitado de la trama y lo estereotipadísimo de los personajes, debo recomendar “Ven a Morir Conmigo” por su final. Cuando se descubre la razón de los crímenes y a que estaban encaminados… ¡vais a alucinar! Es tan bizarro que aun no sé si reírme a carcajadas o recomendar esta novela para que vosotros también flipéis. Creo que me decanto por lo último.


LA CHICA DEL MÁS ALLÁ — SILVER KANE (Héroes de la Pradera, 615. Bruguera)

Sí, el título de este “western” del señor Ledesma huele a “weird”… y eso es porque lo es, maldición. A ver si podéis resistiros a este argumento: Un vaquero reconvertido en pasante de abogado cae en desgracia después de haber intentado salvar de la horca a su primera cliente, una bella muchacha acusada de ser miembro de la despiadada banda de forajidos de Larry Fox (al que nadie ha visto la cara nunca, pues mueve los hilos de sus fechorías cual Moriarty en las sombras). Expulsado del pueblo, se entera de que un par de gañanes traficantes de cadáveres han cogido el cadáver de la muchacha y se lo han llevado para despiezarlo y venderlo a estudiantes de medicina. El joven pasante entra en cólera, recupera su “colt” y su ropa de “cowboy” y se lanza a la persecución para evitar tal tropelía, a la vez que investiga quién de los posibles terratenientes de la zona podría ser el malvado Larry Fox (sí, la novela también es un “whodunit” con su lista de sospechosos). La cosa se complica cuando la persecución le lleva a un misterioso poblado en el que hay rumores de extraños fenómenos. Se dice que las aguas están envenenadas, que hubo una epidemia terrible que diezmó a la población, y lo más misterioso: hay rumores de que se han visto resucitados. Gente que murió en esas pandemias y que han sido vistas vagando por allí. El protagonista  —además de confirmar que la atmósfera de la comarca es oscura y mortuoria— sabe que esta en la buena pista cuando comienzan a intentar matarle varios desconocidos pistoleros y descubre al fin que ha llegado tarde y el cadáver de la chica a la que amaba ya ha sido descuartizado y repartido. Pero entonces… ¿Por qué empieza a verla en ese pueblo? Siempre a lo lejos, mirándole desde ventanas de habitaciones a las que luego sube y están vacías, o en las sombras de la noche, o cerca de ataúdes vacíos…. ¡Y esto solo son las primeras veinte páginas, amigos! Un entretenimiento de primera y un Kane en plena forma, trepidante, con personajes perfectamente trazados en su esquematismo. Y tiros, puñetazos, espectáculos de magia en el “far west”, leyendas inenarrables, sombras en casas vacías, una cabeza decapitada… Delicias sin fin reunidas en ciento y poco páginas de “weird”, que no por ello dejan de lado el humor o la acción.



MISIÓN 1/1000 CLARK CARRADOS (La Conquista del Espacio 504, Bruguera)

Aquí la verdad es que no tengo mucho que comentar. Otra “space opera” de Carrados tan delirante y divertida como todas las suyas. Sí se puede observar que en este caso, el señor García Lecha deja un poco de lado el toque pretendidamente científico para dejarse llevar por unos ingenios espaciales de chirigota poco creíbles y bastante “deus ex machina” (cosa que es toda la novela, no solo el final), cargando en este caso más las tintas en el culebrón espacial que en la épica. Si en otras novelas de Carrados costaba entender como podían caber tantas subtramas, peleítas con rayos y batallas espaciales entre reinos en el formato bolsilibro, en “Misión 1/1000” la anécdota punto de partida —la recuperación de los planos de una mortífera arma en manos de un planeta enemigo—se estira “ad infinitum” y termina de la habitual forma precipitada. Eso sí, la gracia es que esta labor de espionaje espacial debe llevarla a cabo el clásico héroe militar bocazas de Lecha… reducido de tamaño y escondido en el alfiler de una corbata. Así pues, buena parte de la novela consiste en el protagonista reduciendo y cambiando su tamaño al antojo de una reina lasciva, resentida por el rechazo del héroe y tocapelotas (como las otras 10.000 que podemos encontrar en la obra de Carrados), que esta además celosa de la doctora que acompaña a nuestro protagonista. Y sí, esta doctora es despistada hasta el punto de parecer tonta del bote durante casi todo el libro (Si no lees aventuras espaciales de Carrados para echar un buen rato de risas machistas… ¿Para qué las lees?), pero al final el bien reinará en toda la galaxia gracias a los cohetes bien lanzados, los puñetazos a mansalva y las doctoras idiotas que, de repente, recuerdan sus estudios científicos y consiguen salvar el día. ¡Chapeau! No sé que hubiera opinado Matheson de este “hombre menguante”, pero yo desde luego me he reído lo indecible.

No os perdáis la siguiente entrega ¡Proximamente más!