ARCHIVOS EXPIATORIOS: Recordemos aquella cosa estrenada bajo el nombre de "Blancanieves" ahora que acaba de salir en DVD y encima se han estrenado otras dos películas basadas en el famoso cuento este mismo año. Este texto envenenado llevaba el poético título de BATIBURRILLO
INFAME PARA MENTES DÉBILES.
Analicemos un estreno de moda, porque además en este hay bastante tela que
cortar. Tras haber sufrido hace unos meses la infantiloide y estúpida
“Blancanieves” de Tarsem Singh, ahora toca pasar por la tortura de una nueva
versión del clásico cuento. Y si aquella parecía más dirigida para menores de
siete años y parejitas en busca de dulzor romántico, esta nueva “Blancanieves y
la leyenda del Cazador” está milimétricamente diseñada para ser un estreno
fuerte para el verano que atraiga, por encima de todo, al público adolescente
que pierde su tiempo con chorradas como “Crepúsculo” y mezclarlo con otras
sagas juveniles que pueden interesar también a los adultos, caso de “El Señor
de los Anillo” o “Harry Potter”. ¿Y cómo hacemos esto? Con simple y puro plagio
estético y argumental. Con una trama que viene a ser la misma historia de Blancanieves de toda la vida, el debutante –y verdísimo- director Rupert
Sanders coge la batuta de un film gestado y desarrollado en la mesa de los
productores con la única expectativa de coger cuantos más billetes mejor.
Independientemente del resultado artístico. Por supuesto no hay nada en todo el
metraje que sugiera que esto es una versión más oscura y adulta del cuento
–como si lo fue la versión de Sigourney Weaver de los noventa-, sino que todo
el toque siniestro es simplemente adornos de negro sobre una tarta de rosado
azúcar.
Todo
en la película es equivocado, muy equivocado. Ni hay una verdadera atmósfera ni
un diseño de escena coherente –pasamos de claroscuros góticos a bosquecitos
dulzones en cuestión de segundos-, ni una progresión fluida de acontecimientos,
dado que todo es, además de tópico, aburrido y sin chispa. Además el guión es
poco más que el cuento clásico de los Grimm adornado con batallitas
directamente extraídas de la tierra media y una hechicera mezcla de Voldemort y
Cruella de Vil. Y hablando de ella, Charlize Theron –que a priori era lo único
interesante del film- pasea palmito con trajes a cada cual más hortera y
construye su personaje a base de sollozos gratuitos y arranques de mala pécora.
Su presencia está totalmente desaprovechada hasta el punto que parece un cameo,
con su hermano malvado adquiriendo casi más protagonismo que ella.
Imposible reprimir
una carcajada cuando el “espejito, espejito” informa a la aviesa reina que
Blancanieves la va a superar en belleza, cuando resulta que Blancanieves está
interpretada por la insípida, absurda, anti carismática y fea Kristen Stewart,
contratada con la única intención de atraer a los fans de la repulsiva saga de
los vampiritos “gayers” y recaudar más dinero. Yo soy la reina y devuelvo el
espejo al Ikea, por defectuoso. El lamentable papel de la Stewart nos hace
preguntarnos cómo es posible que en el entramado de Hollywood –en el que
trabajan cientos y cientos de productores, directores de casting, asesores, etc…- se piense que esta pánfila de los veinte duros puede llevar el peso de
una película. Verla mirar al infinito con su bizquera y su boca eternamente
abierta en una expresión “borderline” llega a ser casi doloroso en algunas
escenas. Especialmente al final, cuando emulando a la “Alicia” de Tim Burton
–vaya tela esa también- se viste con una armadura, lidera a un ejército y entra
en guerra dando mandobles a diestro y siniestro, cuando no ha sido entrenada en
ninguna de esas disciplinas en toda la película. Surrealismo infame.
Así
pues tenemos batallitas “anilleras”, una de ellas incluyendo un orco –un buen
diseño de bicho, despachado en dos minutos- un poco de cámara lenta para los
fans de la serie “Espartaco” y actores que parecen muñecos deambulando por la
historia sin rumbo fijo. Chris Hensworth repite su papel de Thor, al que añade
algunos toques propios de Conan (y que, cuando menos te lo esperas, puede
soltar un discurso más azucarado que los de Meg Ryan) y ya tenemos ¿personaje?
La aparición del espíritu del bosque en forma de ciervo hiper-cornudo es un
rastrero plagio de “La Princesa Mononoke”. Hay también una especie de tensión
de trío amoroso entre el príncipe, Blancanives y el cazador (quizás intentando
evocar las famosas estupideces de la Stewart con el vampiro y el lobito), pero
al igual que con el resto de elementos argumentales es casi de adorno, sin
profundizar en el tema lo más mínimo. Todo en el guión es rutina y desgana de
unos autores y actores que ni ellos mismos se creen lo que están haciendo.
Lo
único salvable es alguna escena en la que intervienen los enanos –que son todos
ellos grandes actores ingleses cuyas cabezas han sido insertadas digitalmente
en cuerpos de gente pequeña-, pero ellos también están desaprovechados, hasta
el punto que la importancia de su intervención se reduce a… ¡¡Abrir una
puerta!! Cuando lo vi no me lo creía. Una batalla aburrida, una lucha final con
la bruja totalmente anticlimática y un
epílogo de vergüenza ajena terminan coronando una espectacular montaña de
desechos químicos que, eso sí, seguro que consigue recaudar billetes a
porrillo. Y es que en una época en la que cada vez se reduce más en educación,
más mentes débiles podrán llenar las salas y entregar su dinero a la nada más
absoluta.
6 comentarios:
hahahaha has resumido mi opinión de la peli cuando la vi, verbatim. Y lo de el plagio a "La Princesa Mononoke" me cabreó a niveles que no puedo ni siquiera explicar.
Pues dificilmente puedo estar más de acuerdo ontigo. La vi con mi mujer e hija y acabé entre aburrido y cabreado. Lo del plagio a Mononoke me pareció también una desverguenza del tamaño de la catedral de Burgos. Y efecitvamente, fue la escena de la iparraca esa en armadura la que ya me alivió, porque no pude evitar la carcajada más salvaje. ¿Habrá algo más antitético que esa individua y una armadura?.
Perlícula absolutamente nauseabunda. Los Grimm no se merecen ese trato. Ni nosotros tampoco.
Evidentemente, no la he visto. En cualquier caso quiero señalar que no me sorprende que la (muy atractiva) Charlize Therion pase de actuar, visto el bodrio que le organizan: hay otros actores de apariencia aunque sea simplemente "icónica" que hace mucho andan cobrando por "estar". Ahí le recuerdo a Jeremy Irons en el espanto aquel de "D&D", pero lo cierto es que yo no le veo interpretar hace mucho, corríjame si me equivoco...
En cuanto a los trajes, rompo una lanza a favor de ese que lleva la bruja en las imágenes promocionales, con cuello de plumas, que es muy chulo... Del resto, insisto, no puedo opinar...
BLANCANIEVES ES MI PRINCESA FAVORITA!
YO CONOZCO ESTAS BLANCANIEVES Y ESTAS MALVADAS MADRASTRAS DE BLANCANIEVES:
DISNEY(1937).
JETLAG PRODUCTIONS Y GOODTIMES ENTERTAINMENT(1995).
TARYN DAVIS,MONICA KEENA Y SIGOURNEY WEAVER(1997).
KRISTIN KREUK Y MIRANDA RICHARDSON(2001).
LILY COLLINS Y JULIA ROBERTS(2012).
KRISTEN STEWART Y CHARLIZE THERON(2012).
DIANA RIGG,NICOLA STAPLETON Y SARAH PATTERSON(1987).
ELIZABETH MCGOVERN Y VANESSA REDGRAVE(1984).
La echaron en el tren de camino a Asturias el otro día. Juro que no la vi, ni siquiera me puse los cascos, pero de vez en cuando levantaba la vista del libro y, como ahora las películas en el tren las ponen con subtítulos, con tres veces que miré la pantalla creo que vi toda la película: mala, simplona y... ¿quién se va a creer que la Kristen Stewart esa es más guapa que Charlize Theron? Es más, ¿quién se va a creer siquiera que es guapa? Hombres heterosexuales, os preguntamos: ¿de verdad os atrae semejante moñas?
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