Seguimos recopilando
reseñas “fast food” de bolsilibros. Hoy tenemos una tríada de lujo con Garland, Kane y Carrados para
vuestro disfrute. ¡Ah! Y antes de empezar… si en la primera entrega os incluí una imprescindible lista de otros “Micro
reseñeros de a duro” (en los que me inspiro yo mismo) que no debéis dejar de
consultar, hoy os enlazo a uno nuevo, BOLSILIBROS,Un homenaje a los escritores de novela popular. Y tras las presentaciones,
vamos al turrón:
"UNA TUMBA EN LAS ESTRELLAS" — SILVER KANE (Selección
Terror 36, Bruguera)
Muy muy buena. De un
comienzo casi de terror surrealista de los que te atrapan por el cogote pasamos
a una trama de atmósfera malsana llena de recovecos y alucinantes giros
dramáticos. Ledesma pone de protagonista a la hija de un arquitecto desaparecido
que erigió un rascacielos alucinante en New York —Una pesadilla mecánica que se ha reutilizado
como casa mortuoria en la que los ricachones colocan a sus muertos embalsamados
en una inquietante apariencia de vida—, y la lleva por una trama en la que se
incluyen novias que se cuelgan de las lámparas el mismo día de su boda, el
extraño asesinato de una anciana enterrada viva en la cripta familiar, un
misterioso asesino que aparece cuando menos se espera por los recovecos del
edificio y un inquietante servicio de
habitaciones. Un diez para el concepto del edificio/cementerio, que según el
autor tomó de un proyecto real que había leído en un periódico (habría que
investigar esto) y otro 10 para el trepidante argumento que no da tregua en
ningún instante. La acción —por ejemplo en los numerosos acechos y
persecuciones—, no esta nada reñida con cierta poética de lo macabro, que
advertimos poco a poco desde la palidez de los empleados del hotel, hasta
situaciones cada vez más mórbidas y que desafían la lógica hasta la última
página. Con un epílogo sorpresa que al final no lo es tanto (ha llovido mucho
ya en el género, que le vamos a hacer), la sensación de entretenimiento digno
mezclada con “grotesque” y giros espeluznantes es de las que deja con ganas de
más. Un “gótico” que cambia las velas temblorosas por luces de neón y las
vidrieras salpicadas de lluvia por cristal esmerilado.
"EL HOMBRE DE LA DOBLE
DIMENSIÓN" — CLARK CARRADOS (Colección Espacio-El Mundo Futuro 19, Toray)
A pesar del disfrute
generalizado con “El Hombre de la Doble Dimensión”, debo reconocer que en este
caso el señor Carrados me ha dado la impresión de haber hecho una novelita a
base de retales que no siempre casan del todo bien. De hecho, es el disparate
verbenero y genérico (dentro de la sci-fi aventurera más pura, of course), lo
que le da el toque gracioso a una trama (o varias) que no se sostiene por
ningún lado y que funciona a base de “deus ex machinas” implacables. De un
comienzo de novela de juicios siderales —con el teniente de una nave de
prisioneros siendo acusado del asesinato de su capitán y del amotine de los
facinerosos cósmicos que trasladaba—, nos metemos en una especie de intriga a
bordo con celos de mando, conspiraciones de asesinato, insubordinaciones y el
rescate de una chica náufraga en el espacio (inevitable interés romántico del
prota). Por si esto no fuera suficiente, una vez que se desencadena el
berenjenal… la nave en la que viajan los protagonistas es absorbida por un
mundo submarino habitado por humanos con características de pez que, mira que
cosas, esta dividido en dos facciones en guerra. La reina de una de estas (la
clásica monarca dominante y buenorra “Carrados style”) obviamente se enamora
del aguerrido astronauta prota y al ver que este solo bebe los vientos por la
naufraga… se fabrica un clon del mismo para su uso y disfrute. Todos juntos se
van a batallar contra los peces-hombre rivales y aquí tuve que quitarme el
sombrero ante las escenas de batalla cósmico/acuáticas y el “scope” de alta
épica que nuestro autor consigue insertar en un bolsilibro de ciento y pico
páginas (que además incluye también juicios, mamoneos sentimentales, comedia
voluntaria y de la otra, suspense y ciencia para las masas) sin apenas
despeinarse. Un final de auténtica mezcla entre tragedia y disparate absurdo me
terminó de convencer de que estamos ante una mala novelita… que no podéis dejar
de leer.
EL MONSTRUO VA AL OESTE — DONALD CURTIS (Colección
Far West 20, Astri)
Sentimientos
encontrados (o no). Por un lado me ha encantado la trama western, que incluye
cosas como una timba de cartas emocionantísima –nada que envidiar a “Casino
Royale” de Fleming, oiga-, y una serie de duelos, peleas verbales y a
escopetazos muy chulas por un quítame allá esos terrenos. Hay pistoleros que no
saben ser cowboys (y van armando bulla) y cowboys que no son muy buenos con el
revólver (esforzados y entrañables pero sacrificables); e inevitablemente no
faltan las mujeres de pechos enormes, tan “curtisianas”. El problema es casar
todo esto con el doctor Victor Frankenstein y su lujuriosa asistente queriendo
crear uno de sus monstruos de retales en pleno ambiente de “saloons”, fincas de
ganado y oficinas de “sheriff”. Y, maldita sea, está metido con calzador pero
la novela es tan trepidante y adictiva que nos importa un pimiento. Además de contener un par de detalles de
auténtico genio. Por un lado el doctor Frankenstein es un villano malo y
cabreado con la sociedad, la ley y el orden (tiene diálogos de auténtico
folletín de la Monogram) que lo emparenta con la versión Cushing del personaje,
Hammer style. Y por otro, hay un diálogo en el que el malvado profesor pide un
cerebro criminal para su criatura porque ya intentó una vez insertarle el
cerebro de un genio y su ayudante arruinó el plan. ¡Por lo cual estamos ante
Frederick Fronkonstein (Gene Wilder) antes que con Victor Frankenstein! Chapeau.
Lo demás lo de siempre: gore, pistoleros de ultratumba, puñetazos y morreos. Un
disfrute. Además recientemente reeditado en el tomaco “Monstruos en el Oeste”,
por lo que no hay excusas.
1 comentario:
Es una pena que la mayoría sean muy difíciles de encontrar. Estaría bien que Ediciones B sacara reediciones.
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