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viernes, 20 de abril de 2012

CENTENARIO STOKER I: "La Vulgar Ficción de un Irlandés Loco..."

La frase de cabecera de este post la pronunciaba el quejica de Louis, chupasangre protagonista de "Entrevista Con El Vampiro", en referencia a como Bram Stoker y su novela "Drácula" habían asentado una serie de falsedades sobre el uso y costumbres de los vampiros (los tópicos del ajo, las cruces, etc...) y como nada de ello era cierto. Por suerte para nosotros, que tenemos buen gusto, la ficción de Stoker no solo no nos parece nada vulgar sino que también consideramos algo injusto el sambenito que se le suele colgar al autor británico de "escritor de un solo libro" -recientemente defendido por Rodrigo Fresán-. Aunque sea lógico reconocer que "Drácula" es una obra imprescindible, el resto de los trabajos stokerianos guardan más de una alegría al lector desprejuiciado y con ganas de marcha.

Hoy, 20 de abril de 2012, justo cien años después de su fallecimiento, me gustaría dejar al legendario vampiro de lado -del cual, si pulsáis en la etiqueta DRACULISMOS de este blog, encontraréis muchas cositas, y hasta un Dossier temático-, para hablar de una o dos obras de Stoker que nada tienen que ver con el conde transilvano. Como decíamos ninguna llega a la altura de su novelón vampírico. Y es que dedicar tu vida al trabajo de manager del actor más famoso de Londres -Henry Irving- y atender durante veinticuatro horas las responsabilidades que le cayeron encima cuando se convirtió en el director del teatro Lyceum, fueron dos grandes handicaps para la trayectoria que acabó cristalizando para la posteridad: Una novela inmensa, legendaria y que nunca pierde fuerza ni actualidad. Otras dos o tres novelas menores -alguna de ellas, como "La Dama Del Sudario", infumable-, un ensayo muy apreciable, "Famosos Impostores", sobre célebres tramposos y estafadores de la historia; así como el corpus que hoy vamos a tratar en esta santa casa de lo vulgar: La casi póstuma y divertidísima novela "La Guarida del Gusano Blanco" y dos o tres relatos cortos absolutamente soberbios.



Portada de la primera edición de "La Guarida Del Gusano Blanco" (En 1911). ¡Cuantos desvaríos acechaban tras estas sobrias tapas! El resto del post, por cierto, esta ilustrado con los geniales dibujos que incluyó esta edición, a cargo de la señorita Pamela Colman Smith.

El hecho de que "La Guarida del Gusano Blanco" me parezca una entretenida y muy meritoria obra me pone en conflicto con gran parte del "establishment" literario. Casi todo el mundo opina que esta última novela de Stoker es un delirio sin pies ni cabeza, aburrido, torpe y casi una "chochez" en toda regla. Una leyenda literaria jura y perjura que el autor se encontraba enfermo de la sífilis que le acabaría matando y que para atenuar los dolores se metía entre pecho y espalda unas copiosas raciones de morfina. Ello provocaría un permanente estado de sopor drogadicto que, en teoría y siempre según los rumores,
le llevaron a escribir "La Guarida..." afectado por un contundente efecto lisérgico; y por supuesto ese estado le induciría a subir el nivel de psicodélia, locura y tramas desopilantes que parecen florecer en cada página. Para un trasfondo más atractivo, añadamos que Stoker estaba a un año de su muerte y ya debía ser consciente que jamás iba a sacar un penique de su producción literaria. Lo que en "Drácula" y "La Dama del Sudario" era documentación y cierto mimo a la hora de estructurar dichas obras, en "La Guarida del Gusano Blanco" se convirtió en un delicioso caos narrativo y una atractiva dejadez que casi podrían haber sido esgrimidas por Bukowski, en el caso de que éste hubiera nacido en el siglo XIX y se hubiera dedicado al gótico.

Y todo eso a pesar de que, en esencia, la historia no se aleja mucho de "Drácula" en su estructura y temática. Tenemos al personaje protagonista, que es un heredero australiano que recibe la inesperada sorpresa de la hacienda que un pariente que desconocía quiere compartir con él en la campiña inglesa. Una mansión con molestos vecinos, claro está. Otro heredero de la zona parece que está haciendo unos curiosos experimentos con el hipnotismo y con unas extrañas máquinas de electrodos muy "steampunk" -además de un halcón gigante para espantar a las palomas que atacan su hacienda, de forma enfermiza- y para colmo de males, una lady de la zona, con el sugerente nombre de Arabella, parece disfrutar cazando hombres para conseguir fortunas -como "La Mandrágora" de Ewers-, además de tener la escolta en su lóbrego castillo de unas curiosas y enormes serpientes negras. Respecto a los rumores sobre un
pozo en ese mismo castillo, en el que habita una gigantesca serpiente blanca durmiendo durante el día... ¿Sería posible que Lady Arabella fuera una versión humanoide de esa misma hambrienta serpiente?

Esto no es todo, aun tiene tiempo  Stoker para introducir a un Van Helsing que investigue a la sospechosa Arabella, además de un sacrificable criado africano (¡Casi igual que en las películas comerciales de hoy en día!); También un par de ñoños amantes que exaltan su romanticismo de forma absolutamente casposa, y que si en su otra obra "La Joya de las Siete Estrellas" chirriaban como algo ridículo y muy pasado de moda, en esta "Guarida..." brillan como puro "camp" antes de existir el "camp", ¡Ah! Y los desvaríos "byronianos" mezclados con el cientificismo loco del señor obsesionado con las palomas, al cual, por absurdo, le acabamos cogiendo una gran estima; Y ya, para acabar de arreglarlo, una serie de imágenes fetichistas y sexuales -pozos sin fondo, "vaginas dentatas" personificadas, fálicos animales de compañía y un géiser blanco que emerge durante una tormenta eléctrica- que debieron hacer pensar a más de uno que lo leyera en su época que Stoker
estaba ya completamente desahuciado y al borde del delirio. ¡Y tenían razón! Racismo, machismo y otras patochadas. Todo lo que haría que el "Pulp" fuera algo grande una década después.

La extrañeza y lo grotesco se pasean a sus anchas por una historia que no da tregua en su carácter único, y que consigue llevar lo abstracto, lo surrealista y lo gloriosamente ridículo a un entorno gótico -ese mismo al que el propio Stoker había dado carta de modernidad unos cuantos años antes- para demolerlo hasta sus cimientos y crear lo que es, para mi, la primera película de serie B novelada de la historia.

Si alguien piensa que estoy haciendo algún tipo de reseña condescendiente o irónica, borrad esa idea: ¡Me encanta esta novela! Llamadme adicto a los "guilty pleasures" si queréis, pero defenderé a capa y espada y en cualquier entorno la calidad literaria de esta obra adelantada a su tiempo. Cualquier adicto a la novela de terror del XIX con alguna que otra desviación mental o ganas de experimentar no tiene más remedio que enamorarse de ella. Y eso es más de lo que se puede decir de muchos autores del cambio de siglo.

Y como suele suceder en estos casos -concretamente en mi blog- se me ha hecho demasiado tarde hablando de mis filias, así que prometo continuar hablando de Stoker y su labor como cuentista la semana que viene. Al menos, eso sí, hemos llegado en pleno centenario de tan magna y estupenda persona. Y recordad, ¡Hay mucho más allá de Transilvania y de colmillos ensangrentados si se sabe buscar!

4 comentarios:

miquel zueras dijo...

Me encanta "La guarida del gusano blanco". Yo dibujé la portada para una edición de esa novela de la Editorial Laertes. Kent Russell la llevó al cine de la forma más delirante posible. Saludos. Borgo.

Ricardo Signes dijo...

Hay gente que se complace en los errores para denigrar obras, mientras que otros preferimos los aciertos para salvarlas. "Drácula", sus cuentos, la comparación con "La Mandrágora" de Ewers y tu recomendación son avales más que suficientes para meternos en "La guarida del gusano blanco".
Del juicio sobre los tópicos en "Drácula" que se dan en "Entrevista con el vampiro" prefiero no opinar. Bueno, sí, a ver si me quedo un poco a gusto: si la novela es solo una décima parte de mala de lo que es la película entonces pertenece a la categoría de los bodrios de serie Z: mala hasta decir basta.

Maese ABL dijo...

Apunto esta recomendación lectora, la verdad es que reconozco que no había echado mucha cuenta de Stoker más allá de su obra más conocida, pero me has sabido captar :-) Bueno, pues deseando ver la siguiente/s parte de este artículo!

Sidhe dijo...

Ostras pues voy tomando nota!